La gota que derramó el vaso podría ser la no convocatoria de Luis Suárez para la próxima temporada.
(Agencias). El ‘astro’ argentino movió los cimientos del Camp Nou. El 10 de la selección ‘gaucha’ ha tomado la decisión, que ha provocado reacciones en todo el planeta.
Y no es para menos, los acontecimientos se han ido precipitando en los últimos días. El argentino ya acabó muy tocado tras el 8-2 contra el Bayern y lo que ha sucedido después le ha ido convenciendo de dar un paso que muchos pensaban posible, pero pocos creían que acabaría dando. La llamada a Luis Suárez en la que Koeman le comunicó que no contaba con él ha podido ser la gota que colmó un vaso que venía llenándose en los últimos tiempos.
La relación de Messi con la actual junta Directiva era más que tirante, erosionada con el paso del tiempo, sin llegar nunca a tender unos puentes que podían haberse unido si se hubiera logrado el fichaje de Neymar, cuyo intento Messi llegó a poner en duda. Leo incluso se enfrentó públicamente con Eric Abidal el pasado enero, cansado de que desde el club no se replicara a aquellos que decían que él mandaba en el vestuario y en la política deportiva.
Bartomeu y Koeman contaban con su continuidad.
Respuesta del equipo Culé a la Pulga
La guerra Messi-Barça ya es total. El futbolista, a través de sus asesores legales, ha enviado un burofax al Barça comunicando su intención de salir libre del club al considerar que, legalmente, puede hacerlo.
El club blaugrana ya ha contestado esta petición asegurando que no tiene sustancia legal, ya que el periodo para que Messi renunciase a la renovación y pudiera salir libre ya ha ha pasado porque la fecha tope estaba en el 30 de mayo.
Lo que no queda duda ya son las intenciones de Messi de marcharse este verano del Barça y el club confía en reconducir la situación, aunque está muy complicado.
El Barça aduce que, en el contrato de Messi, el futbolista podía cortarlo con una fecha tope que claramente se trata del mes de mayo. El entorno de Messi cree que tenía una semana para hacerlo tras la final de la Champions, que se celebró el pasado domingo en Lisboa, por lo que debería quedar libre.
Es ya un tema legal. Una guerra en la que el futbolista ya ha dejado clara su posición de salir del club tras la humillación vivida ante el Bayern de Múnich.
A partir de ahora, el Barça no tiene intención de escuchar ofertas por Messi ya que su cláusula de rescisión es de 700 millones de euros. Lo consideran intransferible, aunque también es cierto que será muy complicado retener a un futbolista que no está a gusto en el proyecto del club.